Producciones

 “Has escuchado en tu cabeza una voz que te dice ¿quién soy para decir algo? Eres un ser humano, una persona y puedes cambiar el mundo.” Emma Watson
Buenos días, honorable jurado calificador y público que nos acompaña.
Vivimos ya en el siglo XXI, un tiempo en el que la modernidad y el progreso han contribuido a mejorar la calidad de vida de la población en general: Sí. El uso de las nuevas tecnologías ha simplificado procesos de comunicación y producción mejorando las economías de todo el mundo. Sin embargo, hay un aspecto que, a pesar de todas estas herramientas, no se ha podido resolver:  la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres. La equidad de género es una meta inalcanzada aún a pesar del trabajo arduo que han desarrollado: instituciones, entidades de gobierno, empresas y particulares, interesados en promover la igualdad entre los géneros.
Pero, qué es la equidad de género? Es considerar a hombres y mujeres con el mismo valor, e igualdad de derechos y oportunidades para acceder a los recursos económicos y representación política y social. Es ofrecer a todas las personas, independientemente de su género, las mismas condiciones y tratamiento, pero teniendo en cuenta las características particulares de cada uno.
Debo manifestar que no estoy de acuerdo con que después de tanto tiempo sigamos teniendo las mismas actitudes primitivas que tenían nuestros ancestros. Desde los principios de la historia, cuando el hombre era cazador-recolector, descubrió el arado, la producción agrícola se multiplico, sustituyendo a la mujer en el poder, pasando del matriarcado al patriarcado. Desde entonces se ha visto una inequidad.
Uno de los puntos detonantes de la lucha por la equidad de género, es el tema de la violencia ya sea física, económica, psicológica, sexual, emocional o laboral que ha sufrido la mujer a lo largo de la historia. Y hablando de este último rubro, el campo de trabajo: permítanme presentar algunos ejemplos:
La mujer participa con el 40% del Producto Interno Bruto mundial y a cambio recibe el 10% en salarios y posee sólo el 1% de bienes; además, el 30 o 40% de los hogares en América Latina son mantenidos por mujeres.
Un 62% de las mujeres en el país opinan que no tienen el mismo reconocimiento que los varones en cuestión profesional.
Dos de cada 10 mujeres no se consideran exitosas por diferentes razones: por la falta de oportunidades laborales;  por descuido de su familia y por la preferencia de género para ciertas posiciones.
Esta inequidad explica por qué la Organización de las Naciones Unidas esté incorporando la variable género en las discusiones de políticas públicas y de desarrollo.
La mujer ha decidido luchar por sus derechos, ha decidido que ésa no es una manera de vivir. Según los derechos humanos todos somos iguales ante la ley, y las mujeres queremos que eso se empiece a respetar.
Para que este cambio se empiece a dar, hay que cambiar actitudes y prácticas en todos los ámbitos de nuestra vida, en la familia, en la pareja, en el trabajo…
A nivel internacional Existen documentos como la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, y muchos más,  pero la realidad es que solo son documentos; los representantes de los gobiernos internacionales asisten, firman, posan para la fotografía, pero ¿qué sucede cuando regresan a sus países para que las acciones propuestas realmente se lleven a cabo? Cumplen lo que firmaron? Defienden lo que dijeron que defenderían? Yo….no estoy tan segura.
Una de las formas en que las mujeres se están manifestando, es a través de la educación. Por ejemplo, en la Universidad Iberoamericana, de acuerdo con sus estadísticas, existen más mujeres inscritas en licenciatura, que hombres. Esto le está dando mayor poder a la mujer.
Aquí es donde inicia el papel de los jóvenes. El de tener una preparación académica que nos permita primero, generar un conocimiento, y luego, tener la capacidad y sensibilidad de reconocer la importancia de todas las personas, independientemente de su género.
Tal vez se preguntaran, ¿Qué hace una chica de preparatoria hablando de un tema como éste? Bueno, yo también soy mujer, y tengo todo un futuro por delante, y si esta problemática no se resuelve pronto, yo y todas las mujeres de nuestra generación y las que vienen detrás de nosotros vamos a seguir viviendo en esta situación de discriminación.
Actualmente estamos viviendo en una sociedad machista, en la que no dejan a los hombres o a las mujeres ser como realmente son, desde la familia se crean todos estos estereotipos como que los hombres no lloran o que las mujeres son débiles.
Si hablamos de equidad, también hay  que mencionar un aspecto importante en nuestra sociedad, la diferencia entre género y masculinidad. Esta masculinidad que el hombre tiene que demostrar día a día, sin la cual, es rechazado socialmente. Y debo decir que es nuestra sociedad misma, las madres de nuestros hogares quienes han promovido la cultura machista: con la ayuda de la familia, y desafortunadamente hasta de los amigos.
Por ejemplo, si los hombres no necesitaran ser agresivos para ser aceptados, las mujeres no se sentirían obligadas a ser sumisas. Tanto los hombres como las mujeres son sensibles y tanto los hombres como las mujeres deberían sentirse libres de ser fuertes.
Por otra parte, y para dar mayor seguridad de que los cambios sean firmes y tengan continuidad, es urgente la discusión de género en las cuestiones legislativas, que ofrezcan mayores alternativas a las mujeres, ya que actualmente la realidad dista mucho del ideal de oportunidades que tienen las mujeres en la sociedad. Ésta una problemática que los gobiernos y organismos nacionales e internacionales tratan de erradicar, pero si bien es cierto que se han tenido grandes avances en el tema, también es cierto que cada día surgen nuevos sectores donde la desigualdad de género obstaculiza el crecimiento económico, social y humano.
Nosotros los jóvenes somos quienes podemos lograr una transformación de esta realidad. Es momento de que, con la preparación, el ímpetu y la decisión que tenemos  como herramienta para salir adelante, hagamos lo posible por generar un verdadero cambio
Por eso quiero invitarlos a tomar conciencia, nuestro futuro depende de esto, todo está en nuestras manos, y no solo el futuro de las mujeres, sino también de los hombres, un futuro sin discriminación, un futuro con igualdad de oportunidades, salarios y trato justos, un futuro con una verdadera equidad de género que permita el desarrollo de una sociedad, equilibrada, donde predominen los Derechos Humanos.
Y finalmente quiero dirigirme a las mujeres sin importar su edad, condición social, estado civil o instrucción; a las mujeres estudiantes, maestras, profesionistas, empresarias, trabajadoras, a luchar por sus derechos, para que junto con el hombre logremos un futuro justo, para  vivir plenamente.
“Es tiempo de que el hombre comparta el poder con la mujer y se replanteen y resignifiquen las relaciones entre géneros”

Gracias

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